Sala de ensayo de calefactores: Única en su tipo, ayudará a la economía del hogar, a la calidad de vida y al medio ambiente
El CE de esta Casa de Estudios, entidad que desarrolló dicha cámara de ensayo, convocó al Ministerio de Energía, a la Agencia de Sostenibilidad Energética (AgenciaSE) y a la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC); todas instituciones que hicieron posible la construcción y puesta en marcha de esta sala; para presentarles los resultados de este desarrollo tecnológico, que permite caracterizar y estudiar la calefacción generada por aparatos móviles.
Este evento es la culminación de dos proyectos desarrollados por el equipo del CE, liderado por la profesora Mónica Zamora, para mejorar la normativa técnica asociada a etiquetados y estándares mínimos de eficiencia energética para artefactos de calefacción, financiados por el Ministerio de Energía y la AgenciaSE, con la supervisión técnica de la SEC.
Siguiente paso: etiquetado de eficiencia energética y caracterización de la calefacción
Mónica Zamora, directora del proyecto en el CE y subdirectora del DIE-FCFM, estuvo a cargo de la presentación de cómo fue diseñada esta sala y su funcionamiento para simular las condiciones de invierno en una vivienda estándar en Santiago. Como resultado de la tecnología y conocimiento implementado, el ingeniero civil mecánico Juan Manuel González dio a conocer las nuevas aristas de eficiencia energética que pueden medirse en la diversidad de calefactores móviles que se venden en nuestro territorio (una variedad de oferta de marcas y artefactos cercanos a mil en el mercado chileno), lo cual es un avance importante en sustentabilidad y bienestar dado que, a la fecha, en Chile sólo podemos certificar la seguridad de estos aparatos.
La jefa del proyecto Mónica Zamora explicó el escenario nacional en que se desarrolla esta iniciativa: “Este proyecto trata de abordar una realidad bastante peculiar de nuestro país, donde la costumbre es usar calefactores pequeños para calefaccionar los espacios que tenemos; muy distinto a otras naciones, que tienen equipos grandes y calefaccionan todo un edificio. En consecuencia, no podemos equiparar la normativa de ese tipo de equipos de gran escala para nuestra realidad. En este sentido, la idea de las entidades que conforman el proyecto es avanzar hacia un eventual etiquetado de estos equipos, y para ello nuestra sala de ensayo busca caracterizar cómo calientan, efectivamente, un espacio real. Vale decir, pasamos de un ensayo que consiste sólo en medir el consumo, lo cual es muy fácil, a decir ‘cómo’ ese consumo llega a calentar el aire en esa sala”.
Principal beneficiado: el bolsillo de los/as consumidores/as y su calidad de vida
“Hay equipos, como los eléctricos, donde algunos tienen ventilador. Esto hace que el aire circule de cierta manera en la habitación. En tanto, en otros equipos que no tienen ventilador, el aire caliente sube y desplaza el aire de la sala de otra manera. Por otro lado, con los equipos de combustible, uno puede tener la sensación de que calientan más, porque funcionan por radiación y uno siente ese calorcito en la cara. Sin embargo, la manera en que calientan el aire también puede variar. Entonces, todos estos artefactos van a mover el aire de manera diferente, y eso es lo que determina que algunos sean más rápidos que otros al calentar la sala. Eso es uno de los resultados más interesantes de este estudio”, destacó la investigadora y académica del DIE-FCFM.
“El principal beneficiado con este avance es el bolsillo”, explica la jefa del proyecto. “Caracterizar las emisiones es algo que nos gustaría mejorar. Ya demostramos en el primer intento que es posible, y creemos que se puede mejorar a un nivel mucho más adelantado. También vemos espacio para avanzar en la medición de los niveles donde hay mejor calefacción en la habitación, con cada artefacto. Por ejemplo, hay usos de espacios, como en un hogar de ancianos, donde la mayoría de sus usuarios estarán a nivel de cama o sentados. En esas circunstancias, es muy valioso entregar información que permita una inversión adecuada y no cometer el error de comprar un calefactor que concentre altas temperaturas en el techo, por ejemplo. Eso es lo valioso de poder caracterizar las temperaturas del aire en la sala”, precisó la académica.
“Es bastante novedoso tener ensayos en una sala. A nivel internacional, la Unión Europea tiene una normativa que sólo entrega información del consumo, pero no informa cómo calienta la habitación. Es algo único, no conocemos otro ensayo similar para entender bien cómo se calienta un espacio de 10 o 20 metros cuadrados”, destacó la académica.
Este proyecto fue liderado en la FCFM por el CE, con la gestión de Manuel Díaz, y contó con la participación técnica del ingeniero Juan Manuel González y de la estudiante Constanza Flores, del Departamento de Ingeniería Mecánica (DIMEC), además de la colaboración del IDIEM y la contribución de la SEC como contraparte técnica, con valiosos conocimientos y tecnicismos, concluyó.
Desarrollo de capacidades
Francisco Martínez, decano de la FCFM de la Universidad de Chile, celebró la comunidad de entidades que se reunieron para sacar adelante un propósito que es para el bienestar de la población, destacando el resultado alcanzado cuando las autoridades del Estado hacen uso y confían en las capacidades que tienen sus universidades públicas.
Willy Kracht, director del CE, manifestó gran entusiasmo por los logros alcanzados en el desarrollo de capacidades para la eventual certificación de calefactores. “Es una demostración clara de una de las misiones que tiene la Universidad de Chile: trabajar al servicio del país. Como Centro de Energía tuvimos la oportunidad de coordinar esfuerzos internos de la Facultad, así como con el IDIEM y las instituciones del Estado, lo cual fue muy positivo como experiencia”, afirmó.
Rosa Riquelme, directora ejecutiva de la AgenciaSE, se mostró satisfecha con los avances alcanzados por este proyecto. “Este laboratorio lo que va a permitir es responder cuál es el mejor equipo para calefaccionar nuestro hogar; eso implica controlar variables de cómo está construida nuestra casa, cómo se ventila la casa, el energético que estoy utilizando y la tecnología que estoy escogiendo para convertir esa energía en calor. Son varias variables que hoy no estaban resueltas por el mercado y que, a través de esta cámara de ensayo, de sus sensores y otras tecnologías implementadas, vamos a poder responderle a las y los consumidores, y recomendar de manera concreta qué tecnología pueden escoger según las necesidades de su hogar”, destacó.
Con las muestras y evidencias recogidas por el CE, añadió Rosa Riquelme, se podrá planificar un etiquetado; «tarea que toma tiempo, pero ya estamos a mitad de camino, pues tenemos un lugar donde podemos llevar los equipos a certificar”.
Dos proyectos, varios socios
El proyecto que dio el impulso inicial a esta iniciativa fue un convenio del CE con el Ministerio de Energía, y luego, para concretar los ensayos, el proyecto de EUROCLIMA que ejecutan la Secretaría de Energía de Argentina, el Ministerio de Energía y la AgenciaSE financió la segunda parte. En ambos se contó con la supervisión técnica de la SEC.
Fuente: Universidad de Chile